Somo como ovejitas – Leddy Castillo – Devocional Infantil
SOMOS COMO OVEJITAS
“Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”
(Salmo 23:1-3)
¿Que tal niñ@s? Les deseo un arcoíris de bendiciones de parte de Jesús para la vida de cada un@. Hoy meditaremos en un tema muy bonito e interesante, me refiero a que hoy comprenderemos por que Dios nos compara con las ovejitas, así que espero puedas estar atent@.
En mi infancia, tuve la oportunidad, gracias a Dios, de asistir a reuniones para niños y niñas donde se impartía la palabra del Señor, recuerdo que en muchas ocasiones nos hablaban de historias que la Biblia narra y que son tan conocidas, como “David y Goliat”, “Jonás y el gran Pez”, “El Diluvio” etc., etc., sin embargo había algo que me encantaba cada vez que escuchaba hablar sobre el relato del “Pastor y las ovejas”, siempre me gusto escuchar esa relación tan maravillosa que el buen pastor tiene con sus amadas ovejitas, y mas aun cuando se nos decía que nosotros éramos como ellas, y que Dios era nuestro buen pastor. Me fascinaba la idea de imaginar ser una ovejita lanudita y tener la seguridad que contaba con un Pastor muy bueno y muy amoroso. Hoy en día he compartido esa historia con mis hijos, y al igual que a mi, les encanta. De la misma manera quiero, en esta oportunidad, compartirla contigo, espero te guste también.
Primero quiero iniciar contándote que son muchas las veces que en la Biblia se nos compara a nosotros los seres humanos con las ovejitas. En este libro maravilloso aparece la palabra ovejas más de 500 veces, la encontramos en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, esto me hace pensar y creer que “la oveja” es una figura que Dios usa con un objetivo, por lo tanto hay que considerarla muy importante, sobre todo por el mensaje que a través de ella, quiere darnos.
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas”. (Juan 10:14-15)
¿Por que Dios nos compara con las ovejas y no con otro tipo de animal? Por ejemplo hay animales domésticos con los cuales podría haberlo hecho, como el perro, el gato, el burrito, el camello, etc., ¿por que entonces escogió a la oveja?
Para los que vivimos en ciudades, seguramente se nos hace desconocida la forma como se comporta una ovejita, si no fuera por lo que leemos, por lo que nos cuentan o vemos en la tele el comportamiento de la oveja, seria prácticamente desconocido.
Te invito a que pongas atención a ciertas características sobre este animalito y puedas entender así todo lo que nos quiere decir el Señor al compararnos una y otra vez con ellas.
Existen diferentes clases de ovejas. Por ejemplo en los rebaños siempre se observan, ovejitas mansas, obedientes, rebeldes, juguetonas, algunas sin pastor, extraviadas. Hay ovejas que son muy cariñosas o consentidas, otras son ovejas inocentes, están las ovejas indefensas, y quienes necesitan de mucho cuidado y supervisión.
En base a esto podemos compararnos con las ovejitas, quizá tu digas, yo soy como las ovejitas obedientes, otros podrán ser sinceros y reconocer que son como las ovejitas impacientes, y quizá mas de alguno reconocerá que es como las ovejitas rebeldes…Tu ¿a quien crees que te pareces?
Las características generales de una oveja son:
- Frágiles
- Dependientes
- Torpes
- Obedientes (a la vos solo de su pastor)
- Sensibles
En Lucas 15: 3-7 encontramos la descripción de un hombre que teniendo 100 ovejas, al perder una de ellas, dejó las 99 para ir a buscarla hasta encontrarla, y habiéndola hallado la cargó sobre sus hombros muy feliz, de la misma manera sucede cuando un pecador se arrepiente, Dios, como nuestro buen pastor, lo toma en sus brazos y lo trae a su redil, muy feliz.
Si ponemos atención, notaremos que esta cita bíblica y muchas otras mas, se refieren no solo a las ovejas como animales, sino que es usada como una figura la cual lleva un mensaje que se refiere a nosotros los seres humanos, pues no olvides que Dios nos compara con ellas.
Nosotros, como ovejitas del Señor, nos parecemos a ellas en lo frágiles que son, aunque a veces mostramos una actitud de creernos muy fuertes y muy capaces.
Somos, también, dependientes del Señor y, al igual que las ovejas, no nos podemos valer por nosotros mismos, aunque, pensemos y muchas veces hasta lleguemos a creer que, podríamos vivir, tratando de ser independientes de Dios, tratando de valernos por nosotros mismos, debemos reconocer que no podemos andar solos, pues corremos peligro de ser devorados por los lobos que están siempre al acecho. Por eso es muy importante estar siempre pendiente de la vos de nuestro buen pastor, muchas ovejas a veces no alcanzan a oírle por que se alejan demasiado del redil, igual sucede con nosotros cuando poco a poco nos vamos alejando de nuestro Señor, cuando reconocemos que dependemos totalmente de nuestro buen pastor, y que solo cerca de el podremos ser felices y estar seguras, entonces podremos ser totalmente obedientes a su voz y a su voluntad.
Conclusión: Dios quiere que seamos parte de su rebaño, que podamos ser alimentadas por el, que sus cuidados estén siempre con nosotros, pero para eso debemos dejar de ser como las ovejitas desobedientes, saltarinas, caprichosas, tristes, rebeldes. La mejor manera de dejar de serlo es viniendo al Señor y disfrutar de su compañía.
¿Eres una oveja de Jesús? ¿Crees en El? Si aun no lo has hecho, ¿Qué esperas? Jesús, El buen Pastor, dio su vida por ti, El ha visto que su rebaño no esta completo, le hace falta una ovejita, la cual eres tú, te está buscando a ti.
¡Y si ya eres de sus ovejitas, debes saber que tienes a un muy buen pastor en Jesús! El es muy bueno, El es fuerte y pelea para defenderte, para cuidarte, siempre está atento, nunca se duerme.
RECUERDA: JESÚS ES NUESTRO BUEN PASTOR
Autora: Leddy Castillo