Estoy perdida

Por: Carolina de Valle

Lucas 15:30-10

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Silvia comenzó a caminar por la acera. La Mamá estaba muy ocupada, por lo cual Silvia

decidió ir al parque y jugar por un rato. Regresaría antes sé que la mama notara que faltaba. La mama pensaba que no era lo suficiente mayor para ir al parque sola. ¡Que bobería!

Después de doblar una esquina, Silvia oyó un perro ladrando detrás de ella. Ella les tenía miedo a los perros y comenzó a correr. Atravesó un patio y salió a la próxima calle. Estaba aliviada de ver que el perro no lo siguió, daba pequeños brincos en la acera por varias cuadras antes de darse cuenta que no sabía dónde estaba ¿Estoy perdida? Pensaba con terror.

– Hola cariño – dijo un hombre que estaba trabajando en su patio.

-“¿Estás dando un paseíto?” – Rápidamente Silvia se fue en dirección opuesta.

Sabía que no debía hablar con extraños, pero ¿Dónde estaba el parque? Después de doblar otra esquina se detuvo, ahora si sabía que estaba perdida, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras se sentaba en el borde de la acera. Después de lo que pareció un rato muy muy largo, un auto conocido dio vuelta en la esquina, Se detuvo ¡Y la mama salía brincando! Silvia se puso a llorar y la mama la tomo en sus brazos.

– “N-n-no pensé que vendrías” – dijo Silvia entre sollozos. – “pensé que estabas ocupada”.

– Lo estaba, – dijo la Mamá,  – pero cuando note que no estabas, deje todo y vine a buscándote, ninguna otra cosa era más importante – Miraba a Silvia – “No sé cuándo he estado más contenta en mi vida de ver a alguien como ahora”

Silvia miro a su Mama con un poco de temor. – “¿Aun que fui traviesa?” – le pregunto, – “Aunque fui traviesa”  – dijo la mama de forma solemne.

¿QUÉ TAL TÚ?

¿Te has encontrado de repente que estás perdido? Es una sensación extraña ¿Verdad? Nos damos cuenta o no, todos estamos perdidos en el pecad. ¡Pero hay buenas noticias! Somos tan importantes para Jesús que El dejo el cielo y vino a la tierra para encontrarnos y salvarnos. Confía hoy en El.

Autor: Carolina de Valle

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