El máximo esfuerzo

Filipenses 3:12

No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.

Roland y sus amigos Nelson y Pablo querían entrar en el equipo de natación. Se habían realizado las pruebas toda esa semana, y por la tarde se anunciarían todos los nuevos miembros del equipo en la reunión escolar. Los amigos, se sentaron juntos. Estaban muy entusiasmados, estaban seguros que los tres estarían.

El director hizo unos anuncios y luego llegó el turno de los entrenadores para nombrar a los elegidos para el equipo de natación, atletismo y futbol. El entrenador de natación, el señor Rivas se levantó para nombrar a quienes entrarían al equipo de natación.

Primero las niñas: Abby, Marlene, Ingrid, Sara, Sofía, Daniela y Carla. Y luego el equipo de varones: Miguel, Alberto, Nelson, Josué, Mario, Pablo y Oscar.
Que paso Ronald? Tiene que haber un error. ¡Seguro que debes estar en el equipo! Ronald miro al suelo.

No se que pasó. Yo también estaba seguro de que estaría. La reunión termino y Ronald y sus amigos fueron a clases. El entrenador Rivas se acercó a Ronald.

-Ronald, lamento que no pudieras estar en el equipo este año.
Creo que no hiciste tu máximo esfuerzo; no fuiste puntual para las prácticas y no entregaste tu informes. Todos dieron el cien por ciento para poder entrar en el equipo. Lo sabes.
-lo lamento no me esforcé al máximo. Pensé que podía no cumplir con todo eso. Le he decepcionado.
-Ronald también te decepcionado a ti mismo. Si en realidad quieres algo, tienes que esforzarte al máximo. Tienes mucho potencial para ser un nadador. Sigue trabajando en eso.
-Gracias entrenador me esforzare más.

Recuerda:

“No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzo a mi” (Filipenses 3:12)

Anota tus metas y sueños. Luego anota lo que piensas que costara alcanzarlos. ¿Eres capaz de tomar el compromiso que hace falta para concretarlos?

Autor: Carolina de Valle

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