Atrapado – Carolina de Valle – Devocional Infantil
Atrapado
Salmo 106:15
“Y él les dio lo que pidieron; Mas envió mortandad sobre ellos”.
David miraba mientras su abuelo apretaba unos tornillos finales de la jaula de pájaros que ambos habían construido. Luego montaron toda la jaula en el tronco de arce que estaba en el patio del abuelo.
Luego esa tarde, le sonrió a David.
– Si continuas caminando de un lado a otro hacia esa ventana le vas a sacar huecos a tus zapatos – le dijo en tono de broma.
– Yo quiero ver qué tipos de pájaros vienen – le respondió David – Ey – dijo señalando afuera – Una ardilla está intentando entrar en la jaula de pájaros.
– No te preocupes el libro de pájaros dice que los agujeros son muy pequeños para ese amigo peludo – le dijo el abuelo calmando a David – Ella tampoco puede roer la entrada porque pusimos un pedazo de metal alrededor de la abertura.
El abuelo y David se rieron mientras observaban como la ardilla se movía, se retorcía y daba vueltas, tratando de entrar en la jaula de pájaros. De momento para su asombro, la ardilla se coló por la abertura. Una vez más observaron como luchaba, tratando de salir, pero no podía escapar.
– Bueno – dijo el abuelo – Si esa ardilla pudiera hablar, me imagino que estaría diciendo: Lo que yo pensé que deseaba se convirtió en mi trampa, y si ella conociera la Biblia, posiblemente citaría el verso que memorizamos esta mañana.
– ¿Esta mañana? Pregunto David uniendo sus cejas – Oh si – se sonrió – El concedió lo que pedían; pero envió una plaga mortal sobre ellos.
– Vamos a rescatar a la señora ardilla – dijo el abuelo asintiendo con su cabeza.
Salieron al patio, y el abuelo cerro el hueco de la jaula de pájaros y la bajo. Después de dejar libre a la ardilla, decidieron hacer un poco más pequeño el agujero de la jaula de pájaros.
– ¿Sabes David? En ocasiones nosotros somos como esa ardilla, nos movemos y luchamos por lo que deseamos, ya sea lo que Dios desea o no – dijo el abuelo mientras trabajaba – Entonces algunas veces, Dios nos permitirá tener lo que deseamos, sin embargo, cuando lo recibamos, encontraremos que no nos hace nada felices después de todo.
Recuerda:
Se cuidadoso y aprende a estar conforme con lo que Dios te dé.
Autor: Carolina de Valle