Sentados con Jesús

Salmo 46:10

“Estad quietos, y sabed que yo soy Dios.”

Era temprano cuando Alex se despertó. Se daba cuenta porque había tan solo un poco de luz en el exterior y los sonidos que se escuchaban eran los de la madrugada; Como el gorgojeo de los pájaros.
Alex salió de la cama y buscó a su mamá. La buscó en la cocina, pero ella no estaba allí. Ella no estaba en la sala tampoco. Alex dio una ojeada a la habitación de la mamá. Ella estaba sentada en su sillón con su Biblia en sus faldas. Sus ojos estaban cerrados, y él sabía que ella estaba orando. Alex quería un abrazo, así que se subió encima de las faldas de su mamá.

– Buenos días – dijo la mamá, dándole un abrazo
– Te has levantado temprano.
– ¿Estás orando? – preguntó Alex.
– Si – respondió la mamá.
– ¿Sobre qué? – volvió preguntar Alex.
– Eh, nada en particular – respondió la mamá – Yo estaba tan sólo sentada con Jesús.
– ¿Sentada con Jesús? – Alex no comprendía.

La mamá asintió con la cabeza.

– Justo ahora, tú entraste y te sentaste en mis faldas porque deseabas estar conmigo – ella le dijo – Estoy feliz de que lo hicieras, porque te amo, y me gusta estar también contigo. Bueno, simplemente en ocasiones a mí me gusta estar con Jesús. A veces me gusta sentarme con Él, pensando en lo bueno que es, hablándole de mis cosas, y sólo disfrutando de sus compañía. Pienso que se alegra de que yo esté con Él.
– ¿Puedo yo también sentarme con Él? – preguntó Alex.
– Claro que puedes”, le dijo la mamá – Piensa que Él está ahora mismo con nosotros. La mamá cerró sus ojos y meció el sillón. Alex también cerró sus ojos, y pensó en Jesús sentado con ellos. A él le gustó el estar sentado, meciéndose con su mamá y Jesús.

Recuerda:

Jesús desea ser tu mejor amigo. Trata sólo de estar con Él

Autor: Carolina de Valle

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