Campeón de bateo – Carolina de Valle – Devocional Infantil
Campeón de bateo
Hebreos 13:1
“Permanezca el amor fraternal”.
– Papi mira este trofeo – exclamo Cristóbal – todavía no lo puedo creer ¡Gane el campeonato de bateo!
– Estoy muy orgulloso de ti hijo – dijo el papá – todas esas largas y persistentes horas de practica fueron provechosas.
En casa la mamá tenía esperando una comida para celebrar el acontecimiento, pero después de la comida Cristóbal se fue de la mesa sin haber dado gracias. Cuando su hermana levanto en su mano el trofeo, se lo arrebato de las manos diciendo:
– ¡No lo toques! Le vas a dejar las manchas de tus huellas.
– Cristóbal – dijo con veracidad su papá – No me gusta lo que estoy oyendo. El Señor ordena que tratemos a otros de la misma manera que queremos que nos traten a nosotros, pero, que se puede decir de la manera como acabas de tratar a tu hermana. Ni siquiera oí una palabra de agradecimiento a tu mamá por preparar una comida especial para ti.
– Lo siento – dijo Cristóbal avergonzado – Me olvide – suspiro – Siempre me olvido – añadió en un tono de derrota.
– Bueno, hijo, dime algo – le dijo el papá – En realidad querías ganar el campeonato de bateo, ¿No es cierto?
– Seguro – dijo Cristóbal – Por eso practique tan duro.
– Ese es mi punto – dijo el papá – Se necesito mucha practica, y yo creo que podemos aprender algo de eso, todos sabemos que debemos poner a otros antes que a nosotros. Si en realidad quieres aprender a ser así, ¿Qué debemos hacer?
Cristóbal se veía confundido por un momento, y luego sonrió y dijo
– Oh… ¿Quieres decir que debemos practicar haciendo eso?
– Exactamente – dijo el papá – no nos convertimos en cristianos maduros en el momento que somos salvos, tenemos que crecer en Cristo. Eso toma práctica y mucha. Así como tú estabas diciendo a ser campeón de bateo, debes decidirte a tratar a otros, así como Cristo quisiera que tú los trates. Así que trabaja duro en eso cada día. Todos necesitamos hacerlo.
– Eso será como llegar a ser un campeón; aun para Jesús es algo digno por lo cual trabajar – añadió la mamá.
Recuerda:
Ser bueno y amable no es fácil. Necesitamos mucha práctica. Cada mañana pídele al Señor que te ayude a mostrar amor y bondad a otros en ese día.
Autor: Carolina de Valle