La hoja en blanco

Romanos 6:13

“Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.”

– Hola mami – dijo José al entrar en la casa – Quieres ver el dibujo que pinte en la escuela hoy – Él sujetaba un papel con una escena de montaña y árboles.
– Esto está muy bien querido – exclamo la mamá – Eres un buen pintor – José resplandecía.
– Creo que seré pintor cuando crezca – dijo José – Simplemente me encanta pintar.

Se dirigió a una gaveta y sacó un pedazo limpio de papel y algunas pinturas.

– Bueno, eso sería maravilloso – dijo la mamá con una sonrisa – Si eso es lo que tú sientes que el Señor quiere para ti – señaló al papel que José había extendido sobre la mesa – ¿Alguna vez has mirado tu papel en blanco y pensado como lucirá cuando hayas terminado de pintar? – pregunto.
– Seguro – José sonrió a su mamá – A veces lo hago bien, pero otras veces lo arruino todo.
– Nuestras vidas son como esta hoja de papel en blanco – dijo la mamá – Nuestras acciones son como el pincel que aplica los colores a la pagina, haciendo algo hermoso a algo feo.
– Pero el pincel no puede pintar solo – dijo José – Depende del artista que escoja los colores y pinte el dibujo.
– Eso es verdad – aprobó la mamá – Y nosotros podemos dejar que satanas o el Señor sea el artista que sostenga el pincel controlando nuestras acciones.
– Bueno yo no quiero que satanas este en el control de mi vida – dijo José mirando el papel en blanco – El la arruinaría.
– Si – asintió la mamá – Necesitamos darle cada día al Señor – dijo – Y rendirnos constantemente a Él. Entonces estaremos complacidos con nuestras páginas y Él también

Recuerda:

Deja que Dios, en su propia manera y a su tiempo haga tu vida hermosa.

Autor: Carolina de Valle

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