El Lápiz

2 Corintios 9:7

 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.

Era la primera escuela bíblica de vacaciones a la que los niños de un país lejano asistían.

Durante cuarenta años su país se vio invadido por países enemigos y mandaban a las gentes a las cárceles solo por hablar de Jesús.

Esa época era difícil. Casi no se conseguían útiles escolares y la gente tenia muy pocas cosas.

Hasta las cosas mas insignificantes parecían tesoros. Pero ahora los países enemigos ya no estaban y un grupo de misioneros cristianos había llegado al país para dirigir la escuela bíblica.

Hablaban un idioma diferente al de ellos, pero siempre había alguien encargado de interpretar lo que se les estaba diciendo para que ellos lo entendieran. Para darse a entender mejor, a veces utilizaban imágenes o hacían dramatizaciones para que todos los niños comprendieran el mensaje de Jesús.
Un día, una de las maestra de la escuela bíblica estaba repartiendo como regalo a los niños unos lapices de colores. Cuando llego al ultimo niño, se dio cuenta que ya no quedaban mas lapices de colores en la caja.

– Espera, iré a buscar mas – dijo ella, señalando la puerta.

Corrió a la oficina y volvió con mas lapices. pero cuando le ofreció a aquel niño el lápiz, el negó con la cabeza y le mostró un lápiz quebrado. La maestra no entendió y le pidió al interprete que tradujera.

– Los niños pensaron que ya no habían mas lapices y que usted se iría – dijo el traductor

– Así que Oscar partió su lápiz en dos y le dio la mitad a Samuel, porque el no tenia.

Oscar era uno de los niños que había aceptado a Jesús como su salvador esa semana, su acción de compartir ayudo  a los otros niños a ver como Jesús puede cambiarnos el corazón

Recuerda

“Más bienaventurado es dar que recibir. ” (Hechos 20:35)

¿Qué tienes que puedas compartir con alguien que en realidad lo necesita?

Quizás sea tu tiempo o solo un poco de tu ayuda

Fíjate que necesitan los demás para ver que puedes darles.

Autor: Carolina de Valle

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