El milagro es la respuesta al orar

1° Corintios 12:26

De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.

A Justin le diagnosticaron leucemia cuando estaba en segundo grado. Paso por el tratamiento de quimioterapia durante un año y quedo calvo, con el cuerpo y el rostro hinchado a causa de la fuerte medicación.

La clase de Justin de cuarto grado lo “adopto” y también a su familia los Bernal.

Si necesitaban algo, la clase estaba allí para ayudar. Cuando necesitaron ir a otro estado a un hospital de niños para análisis y tratamiento, las donaciones ayudaron con los gastos. Cuando la mamá necesitaba quedarse con él en el hospital los padres de la clase ayudaban a cuidar a sus hermanas. Cuando Justin necesitaba cuidados en casa, se anotaron y a menudo oraban por la sanidad de Justin.

Ahora dos años después, parecía que Justin había ganado la batalla. La familia había ido al hospital de enfermos de cáncer para que le hicieran análisis. Los Bernal tenían razones para esperar buenos resultados.

La señorita Catalina, su maestra de cuarto grado, hizo arreglos para que la señora Bernal pudiera llamar a la escuela desde el hospital con la noticia de los resultados. Llevaba consigo el teléfono celular cuando llego la llamada, en medio de la clase de geografía.

– Justin, es tu mama quiere decirte algo – Justin estaba un tanto perplejo porque esto era inusual. Se preguntó que pasaría.
– Hola – respondió
Luego permaneciendo en silencio escuchando.
-¿Deberás? ¿Es cierto? ¡Valla! Gracias mama por llamar
– ¿Qué noticia hay Justin?
– Nada de cáncer en los resultados.

Toda la clase grito de alegría por Justin. Para ellos, era más que un sobreviviente. Era su héroe.

Recuerda:

“Nos necesitamos unos a otros”

Autor: Carolina de Valle

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