La bujía

Salmo 37:16

“Mejor es lo poco del justo, Que las riquezas de muchos pecadores.”

Un día, el auto más lujoso y más grande que jamás Guille había visto, llego al taller de reparaciones de su papá. Un hombre u un niño se bajaron de él.

– Hola Carlos – saludo Guille al niño – ¿Ese es tu auto?
– Si es nuestro – dijo Carlos.
– Parece fantástico – dijo Guille – ¿Es divertido andar en él?
– No está mal – dijo Carlos encogiéndose de hombros.

Mientras sus padres hablaban acerca del trabajo que hacía falta hacerle al auto, Guille trató de que Carlos le mostrara alguno de sus detalles especiales, pero el niño no parecía estar interesado. Un poco más tarde, la mamá de Carlos llegó en un auto diferente para recoger a Carlos y a su papá.

– ¿Ese niño es amigo tuyo? – pregunto el papá de Guille después que se habían ido – No lo había visto antes.
– Es nuevo en el colegio – respondió Guille – Y es algo diferente. Quiero decir… es inteligente y rico, parece que su familia tiene mu8cho dinero, pero él nunca se ve muy feliz con las cosas que tiene.
– Hmmm – el papá se levanto con una bujía en su mano. Y dijo – Toda esta cantidad de piezas lujosas en este auto, pero don Rafael dijo que no tenía mucha chispa. Y no me extraña las bujías están malas – movió su cabeza de lado a lado – Al parecer Carlos tiene mucho a su favor, pero quizás tampoco tiene chispa – añadió.

Guille miro a su papá con suspicacia y dijo:

– ¡Ah, claro! El papá de Carlos debió haberlo dejado aquí para que tu le pongas unas bujías también, ¿He? – pregunto con una sonrisa.
– No yo no puedo darle la chispa que necesita – respondió el papá sonriendo – Dios es la chispa que Carlos necesita para ser feliz.
– ¡Oh! – Guille comenzó a darse cuenta de lo que estaba diciendo su papá – Ahora que lo dices, no creo que su familia valla a ninguna Iglesia – dijo Guille pensativamente – Creo que invitare a Carlos a el grupo familiar y a la Iglesia.
– Esa es una gran idea – aprobó el papá – Tal vez en la Iglesia, o quizás atreves de tu testimonio, Carlos se dé cuenta que necesita a Jesús como su salvador. Entonces habrá chispa en su vida también.

Recuerda:

El ser inteligente o tener mucho dinero no atrae la verdadera felicidad. Si tu quieres tener chispa en tu vida acepta Jesús como tu salvador hoy.

Autor: Carolina de Valle

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