La prueba – Carolina de Valle – Devocional Infantil
La prueba
Juan 14:15
Si me amáis, guardad mis mandamientos
Era el primer viaje de los niños al desierto. Verían como su papá podía a los caballos. Cinco potros resoplaban y pateaban mientras esperaban. Podían oler el agua del oasis que estaba un poco más allá y estaban sedientos de veras.
Laura y Luis habían visto a su padre entrenar a los caballos durante meses. Sabia silbar de cierto modo que los caballos reconocían como una orden para que se acercaran a él. Este pequeño grupo de caballos árabes hacia lo que ninguno de los otros caballos del corral podían hacer. Cuando papá silbaba, los cinco venían al instante y se paraban a su lado.
¿Por qué, entonces, se había negado papá a darles de comer y beber durante estos últimos dos días? ¿Y por qué los había traído al desierto a que bebiera agua del oasis?
De repente, papá dio la señal para que soltaran los caballos. Galoparon, sedientos, hacia el oasis. Pero justo cuando estaban a punto de llegar, ¡Papá silbo!
Dos de los caballos no hicieron caso hundieron el hocico en el agua para beber. Otros dos, bebieron un poco y luego dieron la vuelta para volver junto a papá. El quinto, sin embargo, se detuvo apenas oyó el silbido y a pesar que tenia sed, obedeció y volvió hasta quedar junto a los niños y al papá.
– ¡Este es el mejor niños! De los cinco, es el único en quien puedo confiar. Obedecerá a su amo aunque los demás desobedezcan. Pueden confiarle su vida niños. Los otros son poco confiables.
Entonces su padre los miro a los ojos:
– Laura y Luis, cuando se trata de obedecer, las personas no somos muy diferentes a los caballos.
Recuerda:
La próxima vez que tu madre, tu padre o un maestro te pidan que hagas algo que no quieras hacer, sólo dile “Si” en lugar de preguntar “¿Por qué?”. Recuerda que Dios se agrada en aquellos que obedecen.
Autor: Carolina de Valle