Las joyas de Dios – Carolina de Valle – Devocional Infantil
Las joyas de Dios
Flípense 2:13
“Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”.
Los muchachos en la clase del señor Gómez se habían reunido de nuevo en su taller de piedras preciosas. Entrando por la parte trasera de la tienda, el señor Gómez le mostro un diamante en bruto, no cortado.
– La mayoría de los diamantes lucen opacos como este cuando son sacados de la tierra – les dijo el señor Gómez – Antes de que este diamante brille y resplandezca, yo tengo que cortar muchos pequeños pedazos o facetas en el, cada una debe de ser justo del tamaño correcto y ser puesta en el ángulo apropiado y preciso para sacar su máxima belleza. Déjenme mostrarles.
Mientras el señor Gómez comenzaba a trabajar, él iba explicando un poco más sobre el corte de los diamantes.
– ¿Ven como este comienza a lucir mejor – les pregunto después de haber cortado y pulido el diamante con ruedas ásperas.
Luego se volvió hacia los muchachos y dijo.
– Ahora, he aquí lo que deseo que recuerden: Dios está haciendo una obra lapidaria en sus diamantes también. ¿Qué suponen que quiero decir con esta aclaración?
El señor Gómez asintió con su cabeza y les dijo.
– Al principio cuando eres salvo, eres algo como tosco y sin cortar. Entonces en tus experiencias diarias, Dios comienza a desarrollar tu carácter cristiano. A menudo Él necesita usar problemas y momentos difíciles para pulirte y a hacerte a ti más como Él. Pero hay una gran diferencia entre cuando yo corto y pulo una gama, a cuando Dios te pule a ti. ¿Pueden adivinar lo que eso puede ser?
– Dios nunca un corte equivocado. Él nunca comete un error – sugirió Tom.
– ¡Muy bien! – exclamo el señor Gómez – Y otra diferencia es que ustedes no están sin vida como este diamante. Ustedes pueden resistirse y amargarse con sus problemas, o pueden dejar que el Señor moldee sus vidas. Recordando que Él sabe lo que está haciendo. Él sabe lo que más te conviene, aunque el cortar y pulir duela. A medida que te entregas a su voluntad, Él usara cada una de tus experiencias para hacerte como debes ser.
Recuerda:
Permítele al Señor que corta y pula tu vida para que cada día seas más como El.
Autor: Carolina de Valle