No más polvo

Génesis 1:31

“Y Dios vio que todo lo que había hecho estaba muy bien. De este modo se completó el sexto día”.

– Como quisiera que no hubiera nada d polvo – se quejo Paula mientras le quitaba el polvo a los muebles.
– Bueno, ya pronto terminara y podrás ir a la piscina de Marcia – dijo la mamá.

Pronto Paula estaba en camino, deseosa de lanzarse y refrescarse. Cuando llego, vio a Marcia y a Amanda, otra vecina, chapoteando en la piscina.

– Oh, no – pensó Paula – ¿Porque la invitaría Marcia?
– Mira esto – llamo Amanda mientras Paula entraba lentamente dentro de la piscina.

Amanda se hundió en el agua y después se puso de cabeza abajo sosteniéndose de las manos.

– Mira esto – dijo Amanda de nuevo. El agua salpico los ojos de Paula – Puedo hacer mas – alardeo Amanda de nuevo sobre los pies y quitándose el cabello mojado de la cara.

Paula nado y jugó un rato con las muchachas un rato, pero Amanda salpicaba y hacia cada vez más alardes de sus habilidades, debido a eso Paula regreso a su casa.

– Como quisiera que no hubieran personas como Amanda – le dijo a su mamá después de haberle explicado parque regreso tan pronto a casa.
– Primero fue el polvo, y ahora Amanda – dijo la mamá moviendo la cabeza de lado a lado – Al parecer son tus peores enemigos hoy.
– Yo sería más feliz sin ellos – asintió Paula.
– ¿No te acuerdas de la puesta de sol tan hermosa que vimos ayer? Si el polvo en el aire no hubiera reflejado los rayos de sol. No hubiéramos visto tan bellos colores.

Paula estaba sorprendida.

– Es difícil creer que una molestia como el polvo pueda lograr un propósito tan especial – añadió la mamá.
– Sé que vas a decía algo acerca del propósito especial de Amanda también – adivino Paula – no quiero oír en realidad.

La mamá asintió con la cabeza.

– En primer lugar, ella enseña a nadar a los niños Discapacitados en una clase de natación – le dijo – Amanda tiene buenas cualidades y tú necesitas buscarlas, ¡Vez¡ no fue la intención de Dios que las personas o cosas que Él creó nos sacaran de quicio. Necesitamos mirar más allá de las cosas que nos gustan y buscar las razones más positivas y especiales por las cuales Dios los creó. Entonces podemos estar agradecidos de que existen, en vez de enojarnos por ellas.

Recuerda:

Busca las cosas buenas en las personas como en las cosas y aprende a ser agradecido por todo lo que Dios ha creado.

Autor: Carolina de Valle

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