Rabietas

Jonás 3:10

“Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo”.

– Señor no puedo creer que no permitieras que me eligieran para el coro. ¡No es justo! – acuso Yaneth al Señor – Yo soy una cantante buena. Tu sabes cuánto deseaba ser parte del coro. A veces pienso que no te importa o algo así, porque si te importa, tu cambiaras las cosas.

Todo el camino, desde la escuela a la casa de la señora Suarez, donde cuidaban niños el reto del día, estuvo en un estado de frenesí. Al llegar a casa, la señora Suarez le explico que necesitaba hacer.

Después que la señora Suarez se fue, Yaneth tuvo que detener a Brenda tres bese para que no metiera sus dedos en la ranura en la máquina de videos. Finalmente alejo a Brenda y la puso al lado de sus juguetes. Brenda se tiro al suelo llorando y dando contra el piso con la cabeza.

– Lo siento, pero no puedes meter la mano en la ranura de la máquina de videos. Toma mira esto – dijo Yaneth tratando de que interesara en el payaso de la caja. Pero Brenda simplemente lloraba más alto y daba de patadas con sus pies.

Yaneth tomo una revista y fingió que la estaba leyendo, ignoraba a la niña, funciono. Pronto Brenda se tranquilazo y comenzó a jugar con sus bloques, miro a Yaneth y ella sonrió.
Yaneth levanto el control remoto del televisor. Mientras cambiaba los canales, su mente regreso a su desilusión que sintió al no ser parte del coro de la escuela, entonces oyó en la televisión a una persona decir:

– Te estás comportando como una niña de dos años

De repente Yaneth se dio cuenta que se estaba comportando con Dios como una niña de dos años. Había estado también escenificando rabietas.

– Perdón Señor – dijo mientras miraba a Brenda jugar con sus juguetes – Supongo que yo también puedo encontrar más cosas para hacer.

Recuerda:

Acepta lo que Dios te manda

Valle

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