Repetición instantánea

Hageo 1:7

Así dice el SEÑOR Todopoderoso:
¡Reflexionen sobre su proceder!

William y su padre le gritaban fuete al televisor durante el partido de futbol. El padre ondeaba sus brazos como si los jugadores pudieran verlo. Fue inútil. El jugador que estaban apoyando hizo un mal pase.

– ¡Que actuación más floja! – grito William disgustado – Ni siquiera a quien tenía detrás.
– No – dijo el padre – Después que vea la repetición de esa jugada, no volverá a cometer el mismo error.

Cuando el juego termino, la mamá ya tenía lista la cena.

– ¿Ah? ¿Cómo es que a Gloria le dan un emparedado de pavo y al resto de nosotros perros calientes? – pregunto William mirando el plato de su hermana mienta llegaba a la mesa. Agarro la silla con brusquedad y se sentó a la mesa – Tu lo que eres es una niña mimada – le dijo William a su hermana.

Ella empezó a hablar pero William no escuchaba. Empujo bruscamente su plato yal hacerlo tumbo su vaso de leche y continuo refunfuñando y quejándose.

– Hijo, quiero que vayas a tu habitación y pienses en lo que hiciste – dijo el papá – piensa en tus palabras y en tus acciones. Para nosotros no fueron agradables y de cierto no fueron agradables para Dios. cuando estés listo para disculparte puedes volver a la mesa.

William se fue con hambre y con rabia a su habitación dando pisotones. Se desplomo en su cama y se puso a pensar. En su mente, repitió lo que había pasado. Sabía que había armado un lio y que había lastimado los sentimientos de su hermana. Luego pensó en algo más, recordó que su hermana había estado enferma cuando habían comido carne en la cena del día anterior. Por eso era que ahora estaba comiendo pavo.

– Qué actuación más floja – se dijo William a sí mismo.

Le pidió perdón a Dios y luego bajo a disculparse con su familia, mientras volvía a la mesa William les decía lo apenado que estaba. Luego miro a su padre

– A lo mejor si veo las repeticiones de mis acciones más a menudo, no volveré a cometer los mismos errores

Recuerda:

Repite tus acciones cada día en tu mente para que no sigas cometiendo los mismos errores. Pídele a Dios que te ayude con eso.

Autor: Carolina de Valle

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