Sin gasolina – Carolina de Valle – Devocional Infantil
Sin gasolina
Hechos 2:46
“No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad.“
Carol se sentó con sus dos hermanos, Benjamín y el menor, José, en el asiento de atrás del auto de la familia. Se acababan de mudar al pueblo esa misma semana, e iban a manejar frente a un par de iglesias para escoger a cual visitarían al día siguiente.
– Desearía que la compañía de papá no nos hiciera mudar tan a menudo – murmuro Carol – No me gusta asistir a una nueva Iglesia infantil. Siempre tengo que presentarme, y decir de dónde vengo, y en qué grado estoy. ¡Qué fastidio!
– ¡Fastidio! – repitió el pequeño José.
– Si – añadió Benjamín. Él suspiró – Fuimos a la Iglesia infantil la semana pasada, ¿Podemos faltar mañana? – pregunto – ¿No podemos cantar unos himnos y orar en la casa? pudiéramos leer algo en la Biblia también.
– Bueno, si podríamos y lo haremos – dijo el papá – Pero eso es devocional familiar, no es la Iglesia. Nosotros necesitamos compañerismo con el pueblo de Dios. sin embargo, ahora lo que necesitamos es buscar una gasolinera, estamos casi sin gasolina.
– Ah no tenemos que preocuparnos compramos gasolina la se semana pasada – dijo la mamá sonriendo.
– ¿La semana pasada? – pregunto el papá confuso. Entonces comprendió, y dijo – Ah, es cierto, y es un fastidio echar gasolina en un lugar nuevo, ¿Cierto? ¿Por qué no esperamos a acostumbrarnos a este pueblo? Entonces podremos echar gasolina.
– Está bien, entiendo el mensaje – dijo Benjamín suspirando.
– ¿Qué mensaje? – José quería saber.
– José lo que papi y mami están diciendo, es que el auto necesita combustible para segur rodando y nosotros necesitamos combustible espiritual para seguir funcionando. Y la Iglesia es un buen lugar para obtenerlo. ¿Cierto mami?
– Cierto – respondió asintiendo la mamá – Se que puede ser difícil ir a una Iglesia o Iglesia infantil nueva, pero pidámosle al Señor ayuda para ser amables cuando vallamos, y pienso que a cambio hallaremos personas amigables. Personalmente me gusta conocer a nuevos cristianos.
El papá asintió con la cabeza mientras entraba con el auto a una gasolinera para echar gasolina, y José aplaudía con sus manitas y decía:
– Vamos
Recuerda:
Asiste a la Iglesia infantil o al grupo familiar.
Autor: Carolina de Valle