Un grillo insignificante

1 Pedro 2:15
“Porque esta es la voluntad de Dios: que, practicando el bien, hagan callar la ignorancia de los insensatos”.

Había entrado un grillo en el dormitorio de Tamara. Ella intentó atraparlo para devolverlo al jardín, pero el saltarín insecto desapareció de su vista en un abrir y cerrar de ojos.

– ¡No importa, sólo es un bichito insignificante!– pensó finalmente. Y se olvidó del asunto.

Pero a la noche, cuando quiso dormir, el grillo empezó a cantar con toda la fuerza de sus pulmones. Desvelada, Tamara dio mil vueltas en la cama, se tapó los oídos con la almohada, subió al máximo el volumen del equipo de música. Pero todo intento por tapar el canto del grillo fue imposible.

Recién entonces, se dio cuenta que el bichito no era tan insignificante como ella creía, porque había desatado un bochinche tremendo dentro del cuarto. A medianoche ella ya estaba completamente desvelada, aturdida y de muy mal humor. Trató de serenarse. Seguro que Dios usaría todo lo que le estaba ocurriendo para dejarle una buena enseñanza, reconoció mientras el grillo le daba una de sus mejores serenatas.

Tamara pasó toda la noche despierta, así que tuvo mucho tiempo para pensar que últimamente había tenido algunas malas actitudes. Y aunque a ella le parecían “pequeñeces”, molestaban y perjudicaban a los demás, de la misma manera que el canto de este diminuto grillo la había molestado en la noche.
Lo mismo pasa con nuestro carácter: debemos corregir aquellas conductas que, aunque nos parezcan “insignificantes”, como el grillo que entró en la habitación de Tamara, lastiman a las personas.

Sería muy bueno que aprendiéramos a cultivar buenas actitudes como: demostrar afecto y respeto, ser generosos, amables, educados, colaboradores, además de un sinfín de cualidades más… Para que las personas que estén a nuestro lado, vean en nosotros, el amor de Dios.

Proverbios 21:29
“El malvado es inflexible en sus decisiones; el justo examina su propia conducta”
Mateo 5:16
“Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo”
Proverbios 15: 4
“La lengua que brinda consuelo es árbol de vida; La lengua insidiosa deprime el espíritu”

Autora: Graciela Otranto
graceotranto@gmail.com
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