Vasos limpios

Salmo 19:7

“La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo”.

Una tarde la mamá de Bruno le dijo:

– Por favor, hijo, seca los platos y guárdalos. ¿Y puedes asegurarte de los vasos? He notado manchas de agua en ellos últimamente. Si los levantas contra la luz, puedes ver si están limpios o manchados.

Bruno reviso cuidadosamente cada vaso, sosteniéndolos contra la luz que entraba por la ventana. Justo como lo había dicho su mamá, había unos manchados.

– ¿Qué debo hacer con esto? – pregunto Bruno.
– Si hay manchas déjalos en el lavatrastos y yo los lavare de nuevo – le contesto su mamá.

Bruno termino su trabajo y estaba tapando con una manta los vasos manchados cuando su papá entro en la cocina.

– Un momento hijo – dijo el papá – Guarda el reto de los vasos antes de que termines.
– ¿Estás seguro que quieres que guarde estos vasos? Le dijo Bruno sonriendo burlonamente mientras sostenía un vaso de tras luz.
– ¡Hmmm! – murmuro; mientras soltaba su periódico del sábado – Hijo acabas de hacer una buena ilustración sobre algo.
– ¿Sobre qué cosa, papi? – pregunto Bruno.
– Si no estamos seguros si un vaso está limpio o sucio, lo sostenemos contra la luz para descubrirlo – le contesto el papá – Y si no estamos seguros si algo que queremos hacer este bien o mal; si está limpio o manchado, debemos someterlo a la luz de la palabra de Dios. Debemos ver si allí hay principios que nos ayuden a tomar las decisiones correctas. Si luce bien cundo la luz de Dios la alumbra, entonces podemos creer que es bueno.

Recuerda:

Puedes saber si algo es correcto o limpio si lo sometes a la luz de la palabra de Dios. Mantén un hábito de lectura bíblica para que Dios te ilumine lo que es correcto y bueno

Autor: Carolina de Valle

www.devocionalinfantil.com